Junio puede ser para los trabajadores formales en relación de dependencia un muy buen mes para planificar, ordenar y mejorar las finanzas personales.

Sumado a que nos acercamos a la mitad del año y podemos hacer un balance del primer semestre y renovar objetivos y acciones para la segunda parte del 2023, el cobro del aguinaldo puede traer alivio, solidez y proyección a nuestra economía.

El denominado SAC (o Sueldo Anual Complementario) es una suma de dinero que obviamente debemos tener siempre en cuenta en la planificación de nuestras finanzas personales, ya que además de aportarnos liquidez y funcionar como auxilio financiero en algunos casos, puede ser una excelente opción para generar reservas y poder empezar a acumular un capital para invertir.

Este salario adicional que perciben los trabajadores se paga en dos tramos o cuotas (en Junio y en Diciembre), y según establece la Ley de Contrato de Trabajo, se debe abonar antes del 30 de junio y antes del 18 de diciembre. Dichas fechas de todas maneras, pueden tener un atraso de hasta 4 días hábiles. Cuando los sueldos son variables, quizás requieran de un cálculo más complejo y detallado por lo que es necesario esperar al cierre de mes de cobro del aguinaldo, para identificar cuál es la mejor remuneración recibida por el trabajador en el semestre. En relación al cálculo, el monto a cobrar corresponde al 50% del mejor sueldo cobrado en el semestre de pago. El mismo puede variar según la cantidad de meses trabajados.

Por último, además, para el cálculo se tienen en cuenta las horas extra y se excluye todo lo "no remunerativo", como la ropa de trabajo, beneficios como los pagos de comedor o capacitaciones, las gratificaciones otorgadas por única vez y las gratificaciones vinculadas a la extensión del contrato de trabajo.

Ahora bien, lo ideal sería poder tener ya definidas opciones para utilizar este aguinaldo, antes de cobrarlo, para poder aprovecharlo al máximo y que el mismo no se vaya todo al consumo.

Las opciones que podemos tener en cuenta y que pueden ayudarnos a mantener unas finanzas sanas, sólidas y en crecimiento en el largo plazo, pueden ser planificar el uso del mismo bajo tres conceptos principales: Deudas, Reservas e Inversiones.

Una de las opciones de uso del aguinaldo puede ser el de cancelar deudas Analizando cantidad y montos de cuotas, tasas de interés y costo financiero total sobre las deudas que tenemos, y poder cancelar las deudas que más alto costo financiero tengan. Esto aportará salud y reducción de gastos mensuales de cuotas que puede ayudarnos a ahorrar y mejorar nuestras finanzas personales en general.

Si bien con el nivel de alta inflación creciente que existe, podría parecer que endeudarse en pesos puede ser una buena opción, esto sólo es recomendable para aquellas personas que tengan sus finanzas en orden. En el caso de que esto no sea así, no es bueno mantener un alto nivel de deudas, ya que si se acumulan cuotas y obligaciones, puede que nuestra economía personal se desorganice y exponernos a situaciones de las que luego es difícil salir.

En relación a las Reservas, esto tiene que ver con guardar una suma de dinero a nuestra economía, que aporte tranquilidad. Separada para afrontar ya sea gastos por situaciones imprevistas, o de emergencia, o bien también para proyectos futuros, como pueden ser mantenimientos de nuestra casa o de nuestro auto, vacaciones, proyectos de estudios, regalos o compras. Para esto, podemos recomendar realizar un buen análisis estableciendo cada uno de estos conceptos, con determinación exacta de fechas y montos concretos.

Y para poder proteger estos pesos que vamos separando, podríamos optar por dolarizar los mismos a través de la compra de Dólar MEP, o bien elegir algún FCI conservador, de horizonte de inversión de corto o mediano plazo, que invierta en opciones de renta fija, con el objetivo de que podamos tener nuestros ahorros protegidos y líquidos para usar (si lo necesito) en un plazo no mayor  24 o 48hs

Por último, si consideramos directamente destinar el aguinaldo para invertir, podríamos analizar opciones según el objetivo y plazo de inversión.

Si buscamos rendimientos de corto plazo (para 3, 6 o 12 meses) podríamos considerar invertir esos pesos en alguna opción que sea líquida y que busque protegernos frente a la inflación. Podemos optar por FCIs que inviertan en instrumentos ajustados por inflación, o Fondos CER. Es importante entender igualmente que, dada la coyuntura actual, existe en estos activos cierta volatilidad.

Si queremos invertir más a mediano o largo plazo (más de 12 o 18 meses) podríamos optar por Cedears o acciones. Estos instrumentos de renta variable pueden tener oscilaciones de precios en el corto plazo, pero también pueden aumentar su valor en el tiempo, al seguir el crecimiento de las empresas que representan. Incluso, en el caso de los Cedears, como representan acciones o fondos del exterior -su cotización está atada a la evolución del tipo de cambio contado con liquidación o CCL- de alguna manera podemos dolarizar nuestros ahorros.

En conclusión, un buen uso del aguinaldo, se podrá -según sea el caso- a cancelar deudas, acumular de reservas para gastos imprevistos o previstos (consumo futuro) o bien inversión para que nuestro patrimonio pueda crecer a largo plazo. 

*** Columna de opinión publicada originalmente en el diario BAE el 6-6-23

https://www.baenegocios.com/finanzas/Aguinaldo-opciones-para-aprovecharlo-20230606-0050.html